"People try to put us d-down (talkin' 'bout my generation)Just because we get around (talkin' 'bout my generation)Things they do look awful c-c-cold (talkin' 'bout my generation)I hope I die before I get old (talkin' 'bout my generation)"
("My Generation". The Who)
No
hace falta tampoco conocerme mucho para saber que soy enemigo
acérrimo de las polémicas, así como de los conflictos y que
considero firmemente que cada cual es enteramente libre de decir lo
que quiera y sienta sin que se le deba coartar o haya que estar
inmediatamente detrás dando a entender tu rechazo frontal. La libertad de
expresión es un absoluto, o la hay o no la hay, si no no funciona
como derecho fundamental y eso vale tanto para que puedas expresarte
sin censuras, como para acostumbrarte a tener que oír o leer cosas
que no te gustan. Yo lo hago y espero que hagan lo mismo conmigo.
Por otro lado nunca he considerado necesaria la
imperante ansía en redes sociales por hacer ver enseguida lo en
contra que estás de algo que ha dicho alguien (generalmente en el
odioso formato “zasca”, tan ávido de likes,
retuiteos y “casito” en general que parece que el voraz motivo no
se alimenta de otras cosas y tiene que hartarse de lo único que come) y suelo pasar en canoa ante todo lo que
leo, con una infusión calentita en una mano y un libro de rol en la
otra, que ya me da la vida bastantes pesares como para llevarlos a lo
virtual también y que acaben además afectando a uno de los
elementos fundamentales de mi vida. Pero esta vez sí que he sentido
que debo expresarme, desde la educación, sin ataques ad
hominem
y una vez pasados ya unos días cuando se han calmado un poco las
aguas tan removidas y mi estado agitado. Me lo he pensado y
repesando, no os creáis, al principio ganaba en mi cabeza el no
pronunciarme y seguir con mi vida sin más, pero, oye, luego me dio
por pensar que tal vez si escribo esto sirva para exponer un punto de
vista que no se estaba contemplando tan solo porque nadie lo había
expresado antes en voz alta.
Nos ponemos en situación por fin,
venga. Imaginad mi turbación cuando oigo en un vídeo de una famosa
red social la siguiente frase: “La
solución del problema del rol es que desaparezca mi generación”.
Pues no lo sé, seguramente yo sea incluso más mayor que quien dijo
tales palabras y no me cabe un ápice de duda que lo dijo con toda la
buena intención del mundo (parecía buena persona), tratando de localizar dónde puede haber
un problema en el mundo de rol y, desde luego, sin el menor deseo de
causar daño a nadie. Pero lamento tener que plantarme y decir que yo
no pienso desaparecer aunque lo haga mi generación (que me parece
que tampoco piensan hacerlo, no lo sé, hace mucho que no nos
reunimos en el cónclave mensual para hacer el mal) porque yo también
soy sincero cuando pienso que más que parte del problema, trato de
ser parte activa de la solución. Estamos desapareciendo los de mi
generación, sí, pero de redes sociales que cada vez tengo más
claro que no son la realidad cotidiana. Y es que hay un número
máximo de veces que puedes leer los términos como "pollavieja"
o "señoro" repetidos de forma continua cuando solo
tratabas precisamente de acercar el rol a todos o, ilusos de
nosotros, procurar ayudar con lo que nos dio la experiencia. No es
algo nuevo para nosotros, lamentablemente ya nos dieron palos antes
por jugar al rol y ahora también nos los dan por seguir jugando al rol, aunque
esta vez venga de los que considerábamos los nuestros, de fuego
amigo, por así decirlo.
En mis tiempos solo había un par de editoriales roleras, y había cientos de erratas por página y nadie pedía que le devolvieran el dinero. |
Así que me parece que ante la galerna nos retiraremos a jugar con los colegas de toda la vida, protegidos por nuestros amigos de siempre y nuestros más queridos mundos de ficción, seguiremos comprando rol sin filtro ni distinciones por editoriales y jugando a todo lo que se nos ponga por delante como hemos hecho desde el primer dado que lanzamos en los tiempos remotos de Mu y la añorada Hyboria. Continuaremos tratando de luchar contra la piratería y las descargas de los del todo gratis, participando en jornadas, dirigiendo y enseñando juegos a todo aquel que nos lo pida, pero poco a poco desapareceremos de la vista en las redes si resulta que ese era el problema, que se nos viera y tuviéramos algo de espacio en el mundillo. La inclusión que tanta falta hacía no incluía la variable edad, está cada vez más claro.
En el Universo cinematográfico de Marvel, Thanos acabó con la mitad del universo (por tema de que no había recursos para todos y demás, con lo fácil que hubiera sido desear que se doblaran los recursos, vamos) y tuvieron que ser los supers yayos los que salvaron la situación. Como referencia friki lo digo tan solo. Hablaría también de “La fuga de Logan”, pero seguro que os queda mucho más atrás. Quedaos con que no conseguiréis llevarme al Carrusel.
Que desaparezcan la mitad de los roleros. Hale, problema resuelto. |
Pido sincero perdón por ponerme de esta manera, pero es que cada vez me afectan más este tipo de cosas, seguramente es lo que tiene llegar a viejo con el caparazón lleno de golpes. Y también será seguro que lo mismo no era para tanto, pero no estoy en mi mejor momento y quería dejar por una vez las impresiones de un yayo analógico que ha tratado de no meterse nunca con nadie y que cada vez se siente más alejado de una comunidad que surgió en torno en algo que ama con toda su alma (o redes neuronales, si eres de talante más científico) y que es parte fundamental de su vida.
Un abrazo, buena gente.
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