Pues, oye, finalmente la gente del CRAM me ha dado permiso (de muy buen grado de hecho) para que suba aquí su manifiesto. Y ahí que va:
Manifiesto del CRAM. Llamada a los dados o a las armas (si no sonara tan bélico)
Hermanos
roleros. Hermanas roleras. Os saludamos desde el cúmulo de cuevas
que llamamos tanto hogar como escondite, a la luz de las velas,
cobijados por pinturas rupestres que nos cantan sus historias. Somos
el CRAM:
el concilio de roleros anti monetización y sea este nuestro
manifiesto un primer paso para que también pueda ser tuyo.
¿Qué
es CRAM?
CRAM
significa marcar la diferencia en estos aciagos tiempos porque
alguien tiene que hacerlo.
CRAM
es valorar tanto nuestro tiempo jugando que no cobraríamos jamás
por él.
CRAM
equivale a levantar una presa de hojaldre para frenar el maremoto del
capitalismo, saber que no lo va a parar, pero no dejar de elevarla
cada vez que jugamos.
CRAM
es abrazar febriles a la fuerza más poderosa del multiverso, la
imaginación.
CRAM
simboliza el cuerno de guerra que se oye en los valles y que te saca
del trance, porque te han hecho creer lo contrario, pero nada es
mejor solo porque pagues por ello.
CRAM
no es otra cosa que negarse a que se venda y se compre lo
importante
Combatir
dragones desde las almenas más altas.
Realizar
piruetas mortales pilotando cazas en fecundos campos de asteroides.
Amar
a la hija (o al hijo) del posadero con el amor insondable de la
primera vez.
Movilizar
a la revuelta a los bandidos del bosque para terminar con los
tiranos.
Conjurar
hechizos imposibles con legajos ilegibles.
Remediar
errores del pasado sin cometer otros mientras lo haces.
Arriar
las velas de tu barco pirata llegando a puerto.
Mostrar
cicatrices en charlas de taberna.
Contar
las pocas flechas que te quedan mientras resistes a la horda.
Robar
el ojo del liche del milenario templo sin ventanas.
Aventajar
a tu enemigo mediante el ingenio que acompaña al desespero.
Morir
defendiendo a tus amigos y a la aldea donde naciste.
Nada de lo
anterior os lo pueden cobrar porque ha ocurrido siempre y seguirá
ocurriendo mientras una forma de vida mire al cielo, contemple las
estrellas y desee contar su historia al refugio de una hoguera.
Todos
sabemos que los autores de rol no ganan un chelín; las editoriales
de rol que ya ni siquiera cubren gastos van cerrando cada vez con más
frecuencia; se están sustituyendo ilustradores y traductores por
Ias... Llegaremos al momento en que los que cobran por dirigir serán
los únicos que vivan del rol. De jugar al rol, más bien.
Si la
primera partida de un novato es pagando, el rol nuncá será para él
lo que fue para nosotros. Y no deberíamos dejar de hacerlo
manifiesto tan solo porque a nosotros no nos afecte.
Creemos
sinceramente que cobrar por dirigir es la bomba retardada en los, no
tan fuertes como nos afanábamos, cimientos del rol. Tras ello nada
volvera a ser lo mismo. Ya no lo está siendo de hecho, mientras
respiramos, los hechos se reescriben.
Es el momento de aferrar
los dados para salir a contar historias y lograr que el dinero se
avergüence de haber intentado asaltar nuestra casa por la puerta de
atrás dando por hecho que le haríamos la cama.
Lee tus libros de un tirón en un voraz arrebato.
Disfruta como nunca preparando tus partidas durante días.
Dirige a tus amigos sus juegos favoritos de la manera que prefieran.
Sortea las zarzas de monedas y billetes que se esconderán en tu sendero.
Imagina. Tan solo imagina.
Porque todos, directores y juagadores, jugamos a lo mismo.
Y no entres en su juego, ya que tenemos a mano un juego infinitamente mejor. El juego de rol.
CRAM.
Eres uno de nosotros en el momento en que lo quieres.
¡Cuenta con mi dado!
ResponderEliminarY con mi ficha!
Eliminar¡Contaré con ambos! Contaremos con ambos.
EliminarYa tengo.preparadas las minas anti capitalista rolera: muchos d4!
ResponderEliminarMaravilla,
ResponderEliminar¿Lo que se quiere es protestar porque alguien se dedique profesionalmente a dirigir rol? Porque yo no creo que se vaya a acabar el mundo por ello.
ResponderEliminarYo no voy a pagar por una partida, pero tampoco quiero que alguien pueda ofrecer sus servicios para ello solo porque yo no esté de acuerdo.
Si adoptamos esta actitud anti-capitalista, entonces seamos consecuentes y hagamos lo mismo con las editoriales: que no existan y simplemente se paguen mecenazgos para sacar los productos que los autores quieran que vea la luz en la comunidad. Al fin y al cabo, si creamos nuestros mundos, campañas y reglas caseras, ¿para qué necesitamos a las editoriales?
Y ya puestos, tampoco ciertos productos saldrían a la luz nunca porque sus autores, al no percibir una recompensa por su tiempo y esfuerzo, no se hubieran puesto a ello.
Y en el fondo, jamás hubiese surgido el rol, que en el fondo nació como una aventura empresarial iniciada por Gygax y cia con la publicación de D&D. Seguirían existiendo los wargames pero no el rol.
La idea es bonita pero poco práctica y creo que contraproducente en el movimiento rolero. Yo creo que el hecho de que la gente pague por jugar a rol no es un pecado, y no solo no lo veo mal, sino como algo positivo que puede llegar a crear puestos de trabajo haciendo algo que le apasiona y le gusta. Personalmente no pienso a día de hoy pagar porque me dirijan, pero si resulta que un grupo de gente no tiene tiempo para dirigir y desean jugar una campaña, ¿por qué no pueden pagar a alguien que lo haga si disponen de dinero para ello?