lunes, 15 de mayo de 2023

Introducción para el nuevo libro.

 Pues una vez terminado mi primer libro sobre rol me he puesto ya con el segundo. Os explico cómo ha ido la génesis, que aparecerá nada más comenzarlo, en la introducción.

Ya me diréis qué os parece.

 Introducción.

De alguna manera cercana a la magia mi anterior libro sobre rol se resistía con tesón a ser terminado. Me encontraba sintiendo realmente que no podía dejar de escribirlo, como si temiera que fuese a dejar de vivir para siempre en el momento en que cesara su avance. Me sentía como el padre primerizo que se levanta en plena noche solo para ver si su recién nacido continúa respirando en la cuna y, como Penélope, destejía y volvía a tejer el sudario de Laertes para no dar la última puntada. La imaginación quería seguir habitando las páginas cada vez más numerosas, encarnada en unos símbolos esotéricos que obrarían el prodigio de convertirse en tu mente en dragones sobrevolando torreones de fortalezas olvidadas, compitiendo con el viento del Norte; pilotando barcos piratas amortajados en una voraz tormenta marina o leyendo los grabados que raspan los gules con los huesos de los obispos en criptas mohosas y húmedas, en un antiguo cementerio de una vetusta ciudad. Los sueños querían seguir existiendo sin sentir en los tobillos y muñecas las cadenas y tirones del latir de ojos en la fase REM; los juegos de rol anhelaban continuar oyendo con orgullo como eran glosadas sus múltiples hazañas y las de sus antepasados en ese claro del bosque, tostando bellotas en una hoguera y bajo la lluvia de las estrellas fugaces en las noches eternas de verano, esas que nunca acabarán por más que haya concluido la estación. Las palabras elegidas desde su nacimiento para su aparición en una frase, la poesía inherente a la vida, los personajes de ficción más reales en nuestro interior que aquellos compuestos solo de ADN a los que no tenemos la suerte de conocer... Todos me pedían continuar apareciendo porque siempre había algo que no habían hecho o dicho todavía y clamaban que los pasos entre los mundos de la fantasía y lo mundano no se abren tan a menudo como deseásemos tanto nosotros como quienes viven más allá de esas puertas que se nos antojan lejanas e inalcanzables, pero cuya llave portamos en nuestro interior todos desde que nacemos.
“Pues haz una segunda parte” me dijo mi editor. Mira que era una idea sencilla, pero no encontraba las cerillas en la oscuridad en la que estaba, se me habían desparramado por el suelo del castillo al abrir la caja al revés. Solo tenía que relajarme, agacharme tranquilamente, coger una de ellas y frotar el fósforo. De repente se hizo la luz, allí estaban todos de nuevo a mi alrededor sonriéndome: Enanos zapadores haciéndome una reverencia con sus picos de minero, exploradores galácticos, brujas de pantano, veteranos arqueólogos, bardos con sus instrumentos deslustrados por el uso, jinetes de pegasos de bellas alas, llanuras infinitas y posadas en la que el estofado de jabalí es el plato estrella. “Has tardado en volver” me dijeron. “Nunca me fui, solo os perdí de vista un instante”, contesté con cierto azoramiento.
Alguien me alcanzó unos dados, unas manos me llevaron gentilmente a una silla y las velas que brillaban en la mesa con más fuerza que diamantes nupciales en las bodas de reyes y reinas de la antigüedad dejaban ver el mapa de una mazmorra trazado con tinta de un rojo suave sobre el cuero viejo. “¿Seguimos imaginando?”, me preguntaron. “Siempre”, les dije.

“Siempre” te digo a ti ahora. Porque pienso volver a dirigirme a ti en persona. Y añado “¿Seguimos imaginando juntos?”.


Y ahora llegaba el momento de plantearme cómo iba a encauzar esta vez la fantasía. Porque no quiero ponerla riendas, ni asfaltar con alquitrán el antiguo camino de tierra sagrada por el que deambulan los peregrinos, bordeado de arbustos de mirto y árboles de eucalipto, para que pisara con más firmeza. Pero de algún modo tengo que guiarla y ser su faro para que no se pierda en el mundo tan hostil que hemos construido, el mundo de los atascos de tráfico, los jefes capullos, las prisas que provocan úlceras, los dolores de los huesos por la edad y la gente maleducada y cruel desde la infancia. Tan solo silbaré unas ligeras notas que compongan al final una sencilla melodía. Una nota suelta y ella, mi amada imaginación, dará un simple pasito y la fantasía aparecerá de nuevo en mi mundo vestida de arcoíris y oliendo a incienso. ¿Quién será su séquito esta vez? ¿Faunos que acompañarán esa nota iniciada por mí con sus cascabeles y sus flautas de Pan? ¿Un reportero dispuesto a revelar crímenes de guerra en las amuralladas fronteras entre los barrios pobres y ricos, con una nanocámara implantada en la retina? Seguro que se acuerda de mi amor por los piratas y viene con alguno, con un ave tropical en el hombro y trayendo el rumor del mar en sus ojos... Y si no, llegará con mi segundo silbido, mi segunda nota. O tal vez lo haga a la tercera, pero acabará llegando porque todo lo que te imagines puede llegar y viajar contigo en el mundo adverso en el que nos ha tocado vivir, para ayudarte a subsistir en una dimensión muy lejos de los elfos, los asteroides de los contrabandistas y las posadas en el camino del bosque donde nunca cesan las risas ni la música.

Estas notas tendrán aquí forma de letras. De cada letra del abecedario iré sacando varias palabras relacionadas con el rol y dejaré que la fantasía paste tranquila en ese campo verde lleno de amapolas recién imaginado.



lunes, 10 de abril de 2023

Segundo directo (Peñadados 3)

Pues hace ya tiempo que hicimos el segundo directo para desarrollar Peñadados entre todos, pero entre unas cosas y otras no había conseguido ponerme a pasarlo al blog. A ver qué quiso nuestra querida amiga la imaginación que hubiera viviendo y coleando en esa población entre riscos y árboles de montaña.

Anticuario: Se habló de una tienda de antigüedades, llena de objetos ancestrales de todas las razas y bastante mercancía de todo tipo de contrabando. Aparentemente la regente un elfo, llamado Darlevish ("Buscador del alba" en su bella lengua). Aun que realmente se trata de una raza extraña que se hace pasar por elfo. ¿Un Dragón metamorfoseado tal vez? Lo cierto es que eso es algo que solo él sabe. Tampoco se sabe por qué vino a Peñadados, pero hace unas cuentas preguntas sobre un instrumento musical ancestral con poder oculto. Realmente está buscando una nave spelljammer antigua, estrellada en las cercanías. Y tal vez lo que dice que es un instrumento musical, sirva para pilotar la nave. 


Echa un vistazo, seguro que das con algo que te ilusiona. ¿Te interesan los instrumentos de música, dices? Espera que hago unas infusiones y hablamos del tema.










Aguas termales sulfurosas. Peñadados es como el Springfield de los Simpson, tiene de todo, y no podía faltar un agradable balneario donde ir a descansar después de una larga jornada de trabajo o de chismorreo.  Sus aguas son buenas para enfermedades e incluso hasta para algunas maldiciones. Las dirige un sirénido/tritón con añoranzas de las profundidades marinas, pero que ha encontrado aquí un buen lugar para retirarse.


"Como si nos invaden los Drow. ¡Yo de aquí no me muevo!"









Observatorio astronómico: Pues esta curiosidad ara ver las estrellas es propiedad de un Gnomo. Dinky Bubbleleggins. Se ha asentado en este bello rincón porque en Peñadados se observan multitud de estrellas fugaces y desde siempre son comunes las leyendas de cosas que caen del cielo (¿Alguna de estas cosas serán otras naves Spelljammer como las que busca Darlevish?). Ha venido a estudiar la zona por su cuenta y su observatorio está todavía en proceso de construcción. De momento es pequeño pero bien cuidado, levantado con las ganancias recogida durante su vida de aventurero. Estuvo con un afamado grupo de aventureros llamado "El broche del trasgo". Lo mismo vienen a hacerle una visita por aquello del reparto de la última mazmorra y esas cosas. 


"Castañas asadas en la chimenea, están. Chocolate caliente con ron, está; Piedra musical, también. Pues a ver esa lluvia de estrellas fugaces".




Gabinete de curiosidades. Según iban viniendo más aventureros a vivir a Peñadados  a una semi-orca, Margha,  se le ocurrió juntar todas las porquerías que había recopilado a lo largo de su vida y a lo que iba heredando de su clan y lo expuso en un pequeño museo de lo extraño y lejano pensando más en divertir a los niños que en otra cosa. Todo tiene un entrañable tono "corchopanesco". Les da regalos a los niños, se disfraza y expone cabezas de Jabberwocky, pieles de bestia desplazadora (a las que desplaza con hilos), huesos de gigantes marinos... Sus ayudantes van haciendo ruidos, cambiando las cosas de sitio y es el lugar favorito de los pequeños, y no tan pequeños de la población. 


"Adelante. Pero no toquéis ni chupéis nada si no queréis que luego os toque y os chupen a vosotros. No todo lo que hay aquí está muerto del todo..."



Zona de deporte. Que se vea que también hay salud. Un aventurero enano trajo deporte de sus montañas bastante "físico". Consiste en lanzar piedras por una cuesta y partirlas con la cabeza los de abajo. Por equipos y con distinta puntuación según el tipo de piedra, el tamaño y los trozos en los que se parta. Hay una cantidad importante de amistosas apuestas: Cuantos trozos se parte la piedra y/o las cabezas. En su idioma es el  "Karzatrakaruk". Una traducción pedestre, perdiendo gran cantidad de matices, podría ser: "Rompe la piedra y honra las columnas del mundo"


"Si el equipo naranja parte esta piedra en cuatro trozos o más se pondrá en cabeza (si no se la parte en más de tres trozos, claro)"

Agencia de colocación Para trabajos lícitos e ilícitos. Ha aparecido hace poco y bastante gente de los alrededores viene a encontrar trabajo o descubrir mazmorras por una pequeña comisión. Otro semi-orco la lleva, pero no parece muy relacionado con Margha.


Bueno. Pues ya está. Nos encargamos nosotros de derrocar al tirano y sacamos ese espejo púrpura de las mazmorras. Todo el botín para nosotros a cambio de entregar el 15% del mismo y el susodicho espejo ¿prisionero? Bueno, lo que sea. 

Río torrencial y caudaloso atraviesa las partes más altas y agrestes de Peñadados, que lo cruza en barco un halfling bárbaro. Finnan Greenbottle. En la ribera hay una torre o puesto de avanzada para cruzarlo pero nadie se mete en él, puesto que está encantado.

Aquí no se ve muy torrencial, pero esperar a las lluvias y me contáis. Tras los árboles está la torre encantada.

Y reiteramos. No tenemos los derechos de las imágenes. Tan solo las ponemos para ambientar, si el autor lo desea las quitamos sin el menos problema en cuanto tengamos dos minutos. 

Pues eso. Sed buena gente. 




martes, 28 de febrero de 2023

Talkin' 'bout my generation

"People try to put us d-down (talkin' 'bout my generation)Just because we get around (talkin' 'bout my generation)Things they do look awful c-c-cold (talkin' 'bout my generation)I hope I die before I get old (talkin' 'bout my generation)"
("My Generation". The Who)

No hace falta tampoco conocerme mucho para saber que soy enemigo acérrimo de las polémicas, así como de los conflictos y que considero firmemente que cada cual es enteramente libre de decir lo que quiera y sienta sin que se le deba coartar o haya que estar inmediatamente detrás dando a entender tu rechazo frontal. La libertad de expresión es un absoluto, o la hay o no la hay, si no no funciona como derecho fundamental y eso vale tanto para que puedas expresarte sin censuras, como para acostumbrarte a tener que oír o leer cosas que no te gustan. Yo lo hago y espero que hagan lo mismo conmigo.



Por otro lado nunca he considerado necesaria la imperante ansía en redes sociales por hacer ver enseguida lo en contra que estás de algo que ha dicho alguien (generalmente en el odioso formato “zasca”, tan ávido de likes, retuiteos y “casito” en general que parece que el voraz motivo no se alimenta de otras cosas y tiene que hartarse de lo único que come) y suelo pasar en canoa ante todo lo que leo, con una infusión calentita en una mano y un libro de rol en la otra, que ya me da la vida bastantes pesares como para llevarlos a lo virtual también y que acaben además afectando a uno de los elementos fundamentales de mi vida. Pero esta vez sí que he sentido que debo expresarme, desde la educación, sin ataques ad hominem y una vez pasados ya unos días cuando se han calmado un poco las aguas tan removidas y mi estado agitado. Me lo he pensado y repesando, no os creáis, al principio ganaba en mi cabeza el no pronunciarme y seguir con mi vida sin más, pero, oye, luego me dio por pensar que tal vez si escribo esto sirva para exponer un punto de vista que no se estaba contemplando tan solo porque nadie lo había expresado antes en voz alta.

Nos ponemos en situación por fin, venga. Imaginad mi turbación cuando oigo en un vídeo de una famosa red social la siguiente frase: 
“La solución del problema del rol es que desaparezca mi generación”. Pues no lo sé, seguramente yo sea incluso más mayor que quien dijo tales palabras y no me cabe un ápice de duda que lo dijo con toda la buena intención del mundo (parecía buena persona), tratando de localizar dónde puede haber un problema en el mundo de rol y, desde luego, sin el menor deseo de causar daño a nadie. Pero lamento tener que plantarme y decir que yo no pienso desaparecer aunque lo haga mi generación (que me parece que tampoco piensan hacerlo, no lo sé, hace mucho que no nos reunimos en el cónclave mensual para hacer el mal) porque yo también soy sincero cuando pienso que más que parte del problema, trato de ser parte activa de la solución. Estamos desapareciendo los de mi generación, sí, pero de redes sociales que cada vez tengo más claro que no son la realidad cotidiana. Y es que hay un número máximo de veces que puedes leer los términos como "pollavieja" o "señoro" repetidos de forma continua cuando solo tratabas precisamente de acercar el rol a todos o, ilusos de nosotros, procurar ayudar con lo que nos dio la experiencia. No es algo nuevo para nosotros, lamentablemente ya nos dieron palos antes por jugar al rol y ahora también nos los dan por seguir jugando al rol, aunque esta vez venga de los que considerábamos los nuestros, de fuego amigo, por así decirlo.

En mi época solo publicaba rol Joc y había cientos de erratas por página...
En mis tiempos solo había un par de editoriales roleras, y había cientos de erratas por página y nadie pedía que le devolvieran el dinero.

Así que me parece que ante la galerna nos retiraremos a jugar con los colegas de toda la vida, protegidos por nuestros amigos de siempre y nuestros más queridos mundos de ficción, seguiremos comprando rol sin filtro ni distinciones por editoriales y jugando a todo lo que se nos ponga por delante como hemos hecho desde el primer dado que lanzamos en los tiempos remotos de Mu y la añorada Hyboria. Continuaremos tratando de luchar contra la piratería y las descargas de los del todo gratis, participando en jornadas, dirigiendo y enseñando juegos a todo aquel que nos lo pida, pero poco a poco desapareceremos de la vista en las redes si resulta que ese era el problema, que se nos viera y tuviéramos algo de espacio en el mundillo. La inclusión que tanta falta hacía no incluía la variable edad, está cada vez más claro.

En el Universo cinematográfico de Marvel, Thanos acabó con la mitad del universo (por tema de que no había recursos para todos y demás, con lo fácil que hubiera sido desear que se doblaran los recursos, vamos) y tuvieron que ser los supers yayos los que salvaron la situación. Como referencia friki lo digo tan solo. Hablaría también de “La fuga de Logan”, pero seguro que os queda mucho más atrás. Quedaos con que no conseguiréis llevarme al Carrusel.

Que desaparezcan la mitad de los roleros. Hale, problema resuelto.

Pido sincero perdón por ponerme de esta manera, pero es que cada vez me afectan más este tipo de cosas, seguramente es lo que tiene llegar a viejo con el caparazón lleno de golpes. Y también será seguro que lo mismo no era para tanto, pero no estoy en mi mejor momento y quería dejar por una vez las impresiones de un yayo analógico que ha tratado de no meterse nunca con nadie y que cada vez se siente más alejado de una comunidad que surgió en torno en algo que ama con toda su alma (o redes neuronales, si eres de talante más científico) y que es parte fundamental de su vi
da.

Un abrazo, buena gente. 



Manifiesto del CRAM

 Pues, oye, finalmente la gente del CRAM me ha dado permiso (de muy buen grado de hecho) para que suba aquí su manifiesto. Y ahí que va: Man...