La enorme biblioteca oculta, esa que no puede verse ni se puede entrar en ella salvo cuando una lluvia voraz delimite sus contornos a la hora concreta de una tarde precisa, os parece mucho más grande por dentro que por fuera una vez habéis accedido. El olor a libro viejo y sabio, a velas de cera especiadas con el aroma a papel y al de la madera de árboles previos a algunas ciudades modernas os envuelve mientras en el exterior el aguacero prosigue su marcha militar inexorable contra la tierra. Hay muy poca luz dentro ya que ésta parece querer mantener también el silencio en este ambiente de estudio y veneración a la letra escrita. El mago se encuentra absorto en una estantería, casi paralizado, como si fuera incapaz de decidir qué libro acogerán sus ojos y acariciarán sus manos o como si pretendiera alargar unos deliciosos preliminares previos al amor romántico. Mientras oís tras unas estanterías ¿un jadeo? ¿una risita contenida? ¿No parece acercarse una luz verdosa a una altura como si un niño jugueteara con un farol sordo de sepulturero? ¿Qué hacéis?
No parece que vaya a escampar |
¿Os habéis podido imaginar la escena mientras lo leíais? ¿Habéis sentido o experimentado en vuestra cabeza algo de lo descrito? No habéis necesitado estar a la altura de nada ¿verdad? ¿algo de estrés o inseguridad durante? Seguro que tampoco, me atrevería a decir. Ahora imaginad que no lo habéis leído sino que os lo ha narrado un amigo mientras estabais sentados en una mesa con refrescos y aperitivos y que entrasteis en esa biblioteca a las afueras del asentamiento pirata reconvertido en ciudad comercial imaginando ser vuestros personajes y lo hicisteis siguiendo el curso de una historia de lo más interesante que ya estaba en marcha. ¿Cambiaría algo la sensación, o la ausencia de ella, de estrés, inseguridad o miedo? Porque el rol es tan solo eso, un juego de imaginación compartido con amigos, ayudado por unas reglas (que son lo de menos) y nada más. No debería haber ansiedad alguna por imaginar, porque nadie puede imaginar mal. Se hará de maneras diferentes tal vez, variarán diversos estímulos mentales, cada uno hará hincapié en unos aspectos o en otros... Pero nadie imagina peor que otro ni hay una imaginación esencial objetiva a la que alcanzar
Ayudadme con este experimento, por
favor. Como veo que suele hablarse más de rol en línea que
presencial me centraré en él. Imaginad que la manera de realizar la
actividad se mantiene: Mismas personas, mismo horario, mismas
herramientas tecnológicas... pero en lugar de jugar al rol se
realiza otra cosa: Club de lectura, de compartir recetas, una
competición de lo que sea... ¿Se mantendría la ansiedad?
Seguramente sí, claro, luego es muy posible que se deba más a la
interacción social en sí misma que al rol y que lo hayas achacado en
primera medida a la actividad y luego le hayas dado vueltas al por qué
te sientes así y hayas decidido echarte la culpa, como solemos hacer
siempre.
“Vale, no
será entonces por el rol, pero no me has solucionado nada porque yo
sigo con miedo y ansiedad” te oigo decir. Y creo que sí te
puede ayudar algo esta precisión del estímulo estresante porque al
contrario que en los anteriores ejemplos en el rol no tienes que
hacer nada más que imaginar y, como decía al principio, nadie puede
decirte que lo estás haciendo mal y no hay un baremo de puntuación
a la hora de comparar si cómo te has imaginado que estás en esa
biblioteca bajo la lluvia es mejor o peor que cómo lo hace otra
persona. Y si un gurú trata de venderos ese baremo, mandadle lejos
de mi parte.
¿Miedo a dirigir, entonces? Tampoco se debería, ten en cuenta que solo estás
imaginando igual que el resto de jugadores, solo que ayudando a hacerlo a los
demás que, aunque no te lo creas, están encantados de que les
dirijas la partida. ¿A que tú lo estarías? Pues ellos lo mismo, créeme, de verdad.
¿Pueden tener que ver además el formato de juego en redes sociales haciéndolo con desconocidos? ¿Puede existir un miedo previo a que la mesa no sea “segura” ya sea por parte del director o de los jugadores? ¿A que la mesa no sea segura para ti o al temor de que alguien pueda sentir que estás promoviendo una mesa no segura para otros?
Mira, que creo que es un debate para
tener otro día.
Un abrazo, buena gente.